Burgos presenta un protocolo contra agresiones a profesionales médicos para evitar episodios violentos a sanitarios

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El Colegio de Médicos de Burgos acogió hoy la I Jornada de Agresiones al personal sanitario en la que se presentó el Protocolo de Agresiones a Profesionales Médicos. Un manual que pretende servir de apoyo para los profesionales médicos de Burgos que puedan ser protagonistas de algún episodio violento durante el ejercicio de sus funciones y que ha elaborado de forma coordinada el Colegio de Médicos de Burgos y la Subdelegación del Gobierno de Burgos.

El presidente del Colegio Oficial de Médicos de Burgos y coordinador de Urgencias del Hospital Santiago Apóstol de Miranda de Ebro, Joaquín Fernández de Valderrama, y el subdelegado del Gobierno, Roberto Saiz, fueron los encargados de presentar una jornada en la que se puso sobre la mesa la “necesaria coordinación” que ha de existir ante un episodio violento entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y los profesionales sanitarios. En el acto también estuvieron presentes interlocutores sanitarios de la Policía Nacional y Guardia Civil, así como Alfonso Codón Herrera, abogado del Colegio de Médicos de Burgos, y la jueza decana Blanca Subiñas.

En la presentación de la jornada se puso sobre la mesa el aumento de agresiones a profesionales médicos experimentado en los últimos meses. En este sentido, cabe recordar que en los dos primeros meses de 2018 se han producido dos agresiones a médicos, una en Belorado y otra en Miranda de Ebro (Burgos).

En este sentido, Fernández de Valderrama reconoció que “el 45 por ciento de los médicos sufren algún tipo de agresión a lo largo de su vida profesional”, por lo que cree que este protocolo ayudará a los profesionales a dotarse de medios para que “las agresiones no pasen como si nada”.

En este sentido, el protocolo busca concienciar a los médicos de la “necesidad” de denuncia que ha de existir ante “cualquier ataque” que pueda darse mientras atiende a un paciente, bien sea por parte de éste o de sus familiares.

En esta línea, el subdelegado animó a los médicos “a denunciar” porque “ninguna acción intimidatoria o de violencia” pueden darse sin que “se pague por ello”. Asimismo, destacó que este protocolo ayudará a tener constancia del número de casos para actuar en consecuencia.

Aumento de agresiones a sanitarios

Las acciones violentas de los usuarios del sistema sanitario, o de sus familiares y acompañantes sobre los profesionales en el lugar de trabajo han ido en aumento en todos los países industrializados en los últimos años llegando a representar un motivo de gran preocupación para los profesionales sanitarios.

Se desconocen las verdaderas causas del incremento de agresiones a personal sanitario aunque se entiende que muchas de éstas puedan darse por situaciones de angustia por parte del agresor ante una falta de “información” sobre la situación de un familiar grave, por ver frustradas sus esperanzas de alcanzar un beneficio directo o indirecto (recetas, bajas, etc.)

Protocolo de actuación

En aras a mejorar la seguridad de los médicos de Burgos, la Subdelegación del Gobierno y el Colegio de Médicos de Burgos llevan semanas trabajando en un protocolo que busca que, ante cualquier episodio de agresión, el médico sepa cómo actuar y a quién debe dirigirse para preservar su integridad y sus derechos.

Así, el protocolo establece que, ante un posible riesgo de agresión el primer paso del profesional sea tener prevista una salida del escenario. En este sentido, se recuerda que sería bueno que el médico estuviera situado lo más cercano de la puerta, y no como sucede en la mayoría de las consultas, donde el enfermo se sitúa cerca de la salida y no el facultativo.

Del mismo modo, se recomienda al profesional  que solicite la presencia de un compañero u otra persona cercana que le ayude a terminar o salir de la situación de violencia, o que accione el botón de pánico si lo tuviera.

Un segundo paso hace necesaria la llamada de alerta a las fuerzas y cuerpos de seguridad (091 / 062) máxime si fracasan los intentos de disuadir al agresor o la situación de riesgo de violencia o agresión persiste.

En tercer lugar, se recomienda al médico que acuda al Servicio de Urgencias para una valoración de las lesiones físicas y/ó psíquicas, además de para que se obtenga un informe médico que añadir a la denuncia posterior.

Del mismo modo, se recomienda recabar toda la información posible sobre el agresor, la situación y los testigos. Siempre será interesante poder contar con imágenes del daño, aunque sea con el teléfono móvil.

En quinto lugar, el protocolo establece que será necesario comunicar el incidente al responsable del centro. De este modo, en los centros de SACYL se comunicará a la Dirección Gerencia del Hospital en horario de jornada laboral y al jefe de Guardia en horario de Atención Continuada. En los centros privados se hablará con la dirección del propio Centro.

Una vez que se ha puesto en conocimiento al centro, serán los responsables de estos quienes se pongan en contacto con los  Interlocutores Policiales Territoriales Sanitarios (IPTS): la Policía Nacional en casos de Aranda, Miranda o Burgos (947 282375), y  la Guardia Civil en el resto de la provincia (619 11 91 24).

Por último, se deberá poner en conocimiento de los hechos al Colegio de Médicos y rellenar el Registro de Agresiones del Colegio. Una vez que se lleve a cabo esta actuación, el profesional recibirá instrucciones a seguir.

Los expertos recomiendan que ante un episodio violento es necesario suspender la relación médico-paciente. Así, el protocolo estima que en el supuesto de que el agresor tuviera que ser citado para una revisión médica se comunicará a los IPTS dicha cita con fecha, hora y lugar de la misma.