BURGOS, 23 DE NOVIEMBRE DE 2023.“Hay que saber que en torno al año 2050 habrá un 25% más de pacientes con Alzheimer que lo que hay en la actualidad y ello supondrá un gran reto para el sistema sanitario y para sus profesionales”. Así lo aseveró el neurólogo Miguel Goñi hoy en Burgos que entiende que esta enfermedad neurodegenerativa es uno de los asuntos “que más preocupa” a los facultativos del ramo, aunque “también se mira con esperanza a nuevos fármacos que podrían retrasar los efectos de la misma”.
El Colegio de Médicos de Burgos retomó hoy el ciclo Charlas Divulgativas con Salud con la charla titulada ‘¿Qué hay de nuevo en la enfermedad de Alzheimer’ impartida por el Dr Goñi. Un ciclo que pretende reunir a destacados profesionales de la Medicina para abordar distintas cuestiones relacionadas con la salud, en un foro abierto a la ciudadanía.
El acto de presentación contó con la asistencia del delegado de la Junta en Burgos, Roberto Sáiz, que acompañó a Goñi, así como a los responsables del Combu en la presentación de una conferencia que “pone de relieve lo que más apreciado por todos, la salud». Así lo destacó el delegado de la Junta en un ciclo «muy importante en el que se destaca el humanismo de la Medicina». Y todo, gracias «a la experiencia de grandes profesionales que siguen dando lo mejor como médicos», aseveró el presidente del Combu, Joaquín Fernández de Valderrama.
En su intervención, que llenó por completo el salón de actos del Combu, el prestigioso neurólogo puso de relieve como el Alzheimer es hoy una “enfermedad que afecta mucho más a mujeres que a hombres”, debido, dijo, a un componente hormonal relacionado directamente a “cuestiones hormonales”, además de otras como hereditarias. De este modo, recomendó a los presentes realizar una vida activa, especialmente a nivel físico y cognitivo, que pueda “intentar corregir factores de riesgo”.
“Pese a ello sabemos que en el Alzheimer suma y mucho el componente genético”, reiteró, al tiempo que destacó que en la aparición de los síntomas inciden, “y más de lo que pensamos”, un estado emocional positivo.
Optimismo por nuevos fármacos y apoyo a cuidadores
En su discurso, el experto se mostró confiado en que en los próximos 3-5 años “se pongan en comercialización nuevos fármacos que reduzcan la inflamación cerebral”, y por ende los síntomas de aparición de la enfermedad o los mismos en los estadios más tempranos. Una cuestión que sería “clave” y que ayudaría mucho a los enfermos y a quienes siguen de cerca la enfermedad “y que también sufren los síntomas de la misma: los cuidadores y las familias”.
“Hay que atender también a las familias y tener en cuenta que en los primeros años la enfermedad es más llevadera pero luego es mucho más duro”, aseveró Goñi, quien calcula que el coste anual para las mismas supone un desembolso cercano a los 30.000 euros.
Unidades multidisciplinares
De cara al futuro más cercano, el neurólogo ya retirado de la actividad asistencial cree que es esencial “poder contar con nuevos fármacos que permitan un diagnóstico temprano” para poder retrasar la aparición de los primeros síntomas. “Cuanto antes lo hagamos, mejor será”, aseveró Goñi, que alerta a las familias que ante los primeros síntomas (despistes repetidos, olvidos, ausencias) se acuda al médico de Atención Primaria para que éste le pueda derivar.
“Ese trabajo de A.Primaria de cribado es esencial”, aseveró Goñi, al tiempo que estima que sería muy necesario contar con equipos en los hospitales multidisciplinares (con psicólogos, apoyos a cuidadores, asistentes sociales, etc) para poder seguir avanzando en el el tratamiento de una patología que solo en Burgos es una realidad para unas 8.000 personas.