Los sanitarios del centro de salud Los Comuneros han despedido este mediodía, en un emotivo acto, a su compañero Félix Pinedo Tajadura, fallecido el martes por COVID-19. Los médicos, enfermeros, celadores y administrativos del centro han querido recordar a un “amigo” que con su ejemplo dio una lección.
“Podrías haber estado de baja, pero decías que era tu responsabilidad” seguir atendiendo a los pacientes, recordaron. Y por ello, pese a estar cerca de la jubilación y tener una salud delicada, regresó a la “primera línea” de una “guerra” que se ha llevado a “demasiados” sanitarios, el último de ellos, este burgalés “íntegro, sencillo, humano, servicial, prudente, flexible y cariñoso”, recordaron sus compañeros.
La mujer de Félix, Blanca, y sus hijos Carlota y José Mari acudieron al acto y agradecieron las muestras de cariño recibidas en los últimos días, mientras que los compañeros de Félix, que le despidieron con un aplauso generalizado, recodaron que España es el país “del Mundo donde más sanitarios se han contagiado”, y han puesto en valor que el doctor “quisiera seguir en la batalla” en un momento de incremento de las cargas de trabajo por “el incremento de pacientes” y la reducción de personal debido, precisamente, a las bajas que estos contagios en los profesionales de la salud conllevan. “Él ha sido muy feliz trabajando aquí”, aseguró José Mari, su hijo.
“No somos conejillos de indias que no saben lo que les va a ocurrir, somos unos kamikaces”, recordaron los sanitarios que afirmaba Félix en varias de las reuniones que el personal mantenía cada mañana en las que la experiencia del malogrado en Medicina Laboral le convertía en una voz autorizada.
Junto a los médicos de Los Comuneros (un gesto que se ha repetido en otros centros de la ciudad) han acompañado a la viuda y los hijos de Félix el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Burgos, Joaquín Fernández de Valderrama; el vicepresidente, José Herrero, y Mónica Chicote, gerente de Atención Primaria.