Cuando viajas la salud también es un aspecto a tener en cuenta

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El verano ya está aquí y si vas a viajar al extranjero es importante hacer una buena planificación y previsión del viaje. Sea cual sea el destino elegido es importante saber qué meter en la maleta, pero más importante aún es saber qué documentos son imprescindibles y no se pueden olvidar en casa.

Es necesario preparar la documentación básica como el DNI, el visado, el pasaporte o incluso el carnet de conducir internacional. Pero también es imprescindible organizar todo aquello relacionado con el ámbito de la salud, ya que independientemente del destino que se elija la sanidad no va a ser igual que en España.

Documentación sanitaria para viajar al extranjero

La tarjeta sanitaria europea es imprescindible cuando viajas al extranjero. Es individual y certifica el derecho de su titular a recibir prestaciones sanitarias, en centros públicos, que sean necesarias desde un punto de vista médico durante una estancia temporal en cualquiera de los países integrantes de la Unión Europea. Se puede conseguir en cualquier oficina de la Unión Europea de forma gratuita.

Si viajas fuera de Europa, se recomienda contratar un seguro de viaje. Antes de iniciar el viaje es imprescindible informarse sobre el destino y sus exigencias. El seguro debe tener plena cobertura en caso de enfermedad o accidente durante el viaje. Esto se debe a que los gastos de hospitalización y tratamiento médico fuera de la Unión Europea pueden ser muy elevados y si no has contratado un seguro de viaje deben ser asumidos por el propio paciente.

Además, en muchos países se debe presentar una prueba documental de que has contratado un seguro de salud internacional, asique antes de iniciar el viaje puede ser necesario hacerse con una copia de la póliza contratada.

Otro de los documentos a tener en cuenta desde el aspecto sanitario es el certificado médico. Si tienes alguna enfermedad, insuficiencia o problema de salud crónico es necesario llevar siempre encima el certificado médico traducido al inglés. También es de gran ayuda para los profesionales del país de destino al que se va, que se lleve una copia del historial médico.

En función de donde se quiera viajar, pueden ser necesarias algunas vacunas y por ello hay que saber cuál es la situación sanitaria de nuestro destino. También es aconsejable que se cuente con el registro de todas las vacunas que se han recibido.

Cómo llevar los medicamentos en el avión

Respecto a los medicamentos es necesario informarse de cómo llevarlos desde España  hasta el país de destino que se elija. El Ministerio de Asuntos Exteriores advierte que en algunos países se consideran drogas algunas sustancias que en España son legales, como por ejemplo puede ser el alcohol o determinados medicamentos. Como consecuencia se pena su consumo, tenencia y tráfico.

Todos los medicamentos, especialmente los que requieren receta, deben guardarse en el equipaje de mano dentro de sus envases originales y con las etiquetas visibles. Se deberá llevar el nombre y datos de contacto de tu médico, la información sobre tu situación médica y tratamiento, los detalles sobre la medicación (incluidos los nombres genéricos de los medicamentos), así como las dosis prescritas.

Los prospectos, recetas e informe médico, servirán para demostrar en la aduana que necesitamos tomar las medicinas con las que viajamos.

Precauciones

Lo mejor en los viajes es estar prevenidos para evitar problemas y situaciones de emergencia. De esta manera se conseguirá que el viaje transcurra con la mayor normalidad y tranquilidad posible.

Para evitar y afrontar problemas de salud menores, será necesario incluir en nuestro equipaje medicamentos y productos básicos como analgésicos, antiinflamatorios, crema solar, crema para golpes, protector de estómago, pastillas para la diarrea, etc. Si estamos siguiendo un tratamiento específico, lo ideal es viajar con una dosis que supere en varios días la duración de nuestra estancia, por si alguna medicina se pierde o se estropea.

Como precaución, también puede llevarse la medicación por duplicado en el equipaje facturado. También informarte sobre si podrás conseguirla en el país de acogida y de qué manera o sobre las alternativas de las que dispones en caso de que no sea posible.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que la falta de higiene en la manipulación de alimentos, el agua corriente o los condimentos de algunas cocinas del mundo pueden hacer que nuestro estómago se resienta o que contraigamos alguna enfermedad alimentaria. Por ello, se debe beber agua embotellada y evitar el consumo de alimentos crudos en ciertos destinos extranjeros. Se prestará también especial atención a las medidas de higiene de los puestos de comida callejera. Si padecemos intolerancias o alergias alimentarias, se debe solicitar información sobre los ingredientes de la comida allá donde vayas.