El retraso diagnóstico del VIH, principal barrera local en la lucha contra el Sida

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El retraso diagnóstico en los casos de VIH sigue constituyendo uno de los principales problemas con los que se encuentran los facultativos a la hora de abordar una enfermedad de la que se diagnosticaron diez nuevos casos en la provincia de Burgos en el último año. Una realidad que hace que “muchas personas que pueden padecer la enfermedad lo desconozcan” acentuando la probabilidad de sufrir riesgos graves por tal hecho.

Así lo destacó hoy en la sede del Colegio Oficial de Médicos de Burgos, Juan Francisco Lorenzo, médico especialista de Medicina Interna y coordinador del Sida del Hospital Universitario de Burgos, en una rueda de prensa en la que se presentaron los datos del último ejercicio en relación con una enfermedad que “sigue cobrándose vidas”, especialmente en aquellas personas que “llegan tarde a hacerse las pruebas diagnosticas”.

El facultativo incidió en “lo necesario y eficaz” que resulta un diagnóstico temprano para poder iniciar un tratamiento que permite que las personas con VIH “puedan hacer una vida normal”. En este sentido, expresó que “los problemas llegan” cuando los portadores se hacen la prueba “cuando ya han pasado seis o siete años” y el tratamiento no consigue la eficacia que tiene cuando se realiza en los primeros años desde el contagio.

“Hacemos un llamamiento para que las personas que piensen que pueden tener VIH se hagan las pruebas”, aseveró el doctor Lorenzo, que estima que en España hay “alrededor de 25.000 personas que desconocen su infección”. 

Diez nuevos casos 
En la provincia de Burgos se diagnosticaron diez nuevos casos en el último año, seis menos que en el ejercicio 2010 y casi la mitad que hace una década. “Valoramos este hecho positivamente al igual que los tratamientos que se llevan a cabo y su eficacia en la normalización”, aclaró el responsable médico y miembro del Comité Antisida de Burgos. 
El perfil más frecuente de las nuevas infecciones en clave local es un hombre de unos 40 años de origen español que se ha infectado a través de relaciones heterosexuales y que presenta un diagnóstico tardío de su enfermedad. La tasa de incidencia en Burgos es de 2,78 casos por cada 100.000 habitantes. 
Los tratamientos antivirales consisten en el uso de medicamentos contra el VIH para tratar dicha infección. A todas las personas con el VIH se les recomienda el TAR. Este último ayuda a las personas seropositivas a tener una vida más larga y sana.
En este punto, Lorenzo recriminó al HUBU “que haya recortado en tratamientos con combo” alegando cuestiones de “toxicidad”, “cuando realmente de lo que se trata es de ahora en gastos en contra de los pacientes”.